Este ciclocomputador ha sido sometido a pruebas CFD (o de dinámica de fluidos computacional), que consiste en la utilización de física y matemáticas aplicadas para visualizar cómo fluye el aire cuando pasa por un objeto y su repercusión en ese objeto.
Los resultados fueron: más de un 50 % menos de arrastre (resistencia al aire), los ciclistas pueden ahorrarse unos 1,5 vatios y en una contrarreloj de 40 km, un ciclista a velocidad media de 33 km/h irá aproximadamente 12,6 segundos más rápido.